martes, 15 de julio de 2008

la tara

He estado durante más de un mes teniendo que llevar muleta por culpa de un esguice. No solo es algo que me ha impedido trabajar o que ha limitado mis idas y venidas, ha sido algo mucho más preocupante lo que en mi este problema ha ocasionado... he estado sin sexo durante más de un mes...

No me pidáis que os explique si el problema es que la muleta no iba a juego con mis calcetines o si la causa de mi abstinencia era mi aspecto de lisiado de guerra... el caso es que nada, a dos velas... y encima todo el mundo me decía - seguro que ligas un monton con la excusa de la muleta -. Pues no, a dos velas, como os decía. Y es que aunque me duela reconocerlo, cada vez me siento que funcionamos más como animales y que en cuanto uno se convierte en un miembro no útil de la manada las hembras lo desechan...

Me consolé a lo largo de este interminable mes pensando que los minusvalidos del mundo habran desarrollado estrategias alternativas con las que triunfar y que en caso de prolongarse mi mal, ellos sabrían ayudarme...

De cualquier modo al final todo se solucionó. Dejé de usar la muleta y no os podéis imaginar la semana que tuve, no paré...

Eros

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un punto amargo es sexi.

Mary Kate dijo...

muy bueno, anonimo.


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