Quizá de sexo en Nueva York podamos sacar dos conclusiones útiles para nuestra vida diaria: Las personas somos endiabladamente retorcidas y tremendamente complejas cuando nos lo proponemos y, segundo, detrás de toda esa maraña de complejidades nos escondemos tan solo seres indefensos, frágiles y solitarios que deseamos encontrar a alguien con quien compartir la futilidad de nuestra existencia.
Así es, y esta es la paradoja de sexo en Palencia, detrás de nuestros escritos, de nuestras palabras y de los comentarios que escribimos entre Eros y Psique, se encuentra tan solo el intento de encontrarnos como seres humanos más allá de las palabras y de las estrategias, buscando huir de la soledad de nuestros corazones heridos por amores pasados nunca olvidados.
Y como en sexo en Nueva York también nosotros intentamos que predomine lo picante, pero al igual que en esa serie, a veces también aquí asoma lo agridulce.
Eros y Psique
